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viernes, 23 de septiembre de 2011

Artículo Publicado: Journal of America Collego of Cardiology (JACC)

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Artículo Histórico: AVANCES EN LA PREVENCIÓN DEL ENVEJECIMIENTO


El Dr González Aragón dio un Giro en su carrera de Geriatra para dedicarse a la medicina antienvejecimiento en un enfoque más preventivo que curativo considerando que esperarar tratar a las personas mayores más allá de los sesenta años cuando ya están enfermos es desperdiciar el potencial de prevención que los médicos pueden aprovechar desde la juventud y la edad adulta. Este artículo publicado en la revista “MUNDO MÉDICO”, en 1998, es histórico por que presenta la comunidad médica por primera vez esta nueva corriente médica.
AVANCES EN LA PREVENCIÓN DEL ENVEJECIMIENTO
Dr. Joaquín González Aragón G.
Director Instituto Mexicano de Estudios en Longevidad
Ex presidente Consejo Mexicano de Geriatría

La gerontología como ciencia encargada del estudio del efecto del tiempo sobre los seres vivos, con todas sus repercusiones biológicas, médicas, psicológicas, sociales, económicas, demográficas, ambientales y políticas ha alcanzado un gran auge a partir del decenio de los cincuentas. No obstante, que es un término creado por Ilia Metchikoff, científico ruso, premio Nobel en 1904, tomó casi medio siglo encontrar sus paradigmas y su sitio académico. La geriatría, rama de la medicina, es un término acuñado por Nascher, médico austríaco que ejerció en EUA, en el año de 1914; demora hasta el decenio de los cuarenta para desarrollarse como especialidad en Europa. Desde tiempos remotos la preocupación del ser humano por conservar el vigor de la juventud, así como la vitalidad de su madurez y más aún, por tratar de prolongar su longevidad, se ha convertido en una búsqueda incesante. En todas las épocas, en las diferentes culturas, se han encontrado evidencias, incluso en este siglo, los avances en geronto-geriatría tienen su inicio con la teoría de la autotoxemia intestinal de Metchikoff, el suero de Bogomoletz, el trasplante de testículos de Brown Sequard, hasta la más reciente terapia celular de Paul Niehans y la procainoterapia de la doctora Asían.
Lo cierto es que en los últimos 25 años, en el umbral del siglo XXI, la medicina en general ha alcanzado lo-gros impresionantes; su nivel de desarrollo se refleja en un notable descenso en los índices de mortalidad y en el aumento de la expectativa de vida; las cifras son elocuentes, ya que en 1975 la expectativa de vida era de 60 a 65 años en nuestro país y se ha superado pasando a 70 o 75 años de edad. Por lo anterior, se puede decir que todo el desarrollo de la medicina se ha encaminado a extender y mejorar la calidad de vida del ser humano alcanzando con ello, en los últimos decenios, mayores progresos que en toda la historia de la humanidad.
Esta transición demográfica es enfatizada por el control de la natalidad que al disminuir el número de nacimientos destaca una población creciente de adultos envejecidos, quienes al darse cuenta del desafío que implica llegar a la vejez, comienzan a interesarse por prevenir las repercusiones negativas del envejecimiento a nivel biológico, mental y social.

En los últimos 20 años, México ha contemplado un firme desarrollo de la geriatría como especialidad dedicada a la práctica clínica de la conservación de la salud en la vejez. Asimismo, se observa un marcado desarrollo, en especial en este decenio, de los programas y planes de atención social a la vejez. Se cree que antes de que termine el siglo, se contará con legislaciones e instituciones abocadas a proteger a los adultos mayores que les proporcionarán: la segundad económica y el bienestar de una calidad de vida digna; lo anterior, es un desafío para los gobiernos y una propuesta que tendrá que ser valorada por los partidos políticos y las autoridades.
Prevención y envejecimiento
En relación con la prevención y el autocuidado, se destaca el hecho de que un número creciente de pacientes acuden a consulta desde la juventud y madurez en busca de información sobre técnicas, productos y procedimientos que les ayude a conservarse activos y lozanos. Lograr una buena apariencia física, resaltar la belleza y evitar las consecuencias negativas del envejecimiento, son algunos de los aspectos que han adquirido gran relevancia para la población en general, logrando con ello despertar el interés de los profesionales de la salud.
A este respecto, cabe mencionar que el envejecimiento es un proceso dinámico que se inicia en la concepción y termina con la muerte; es universal, individual e irreversible, los órganos envejecen a distinta velocidad dentro del mismo individuo y se determina por factores intrínsecos o genéticos (herencia) y extrínsecos o ambientales (nutrición, contaminación, estrés, estilos de vida, medio ambiente).10 El envejecimiento al ser determinado por el tiempo, es inevitable e irreversible; sin embargo, lo que es posible prevenir, retardar, lentificar, detener e incluso revertir, es el deterioro del cuerpo humano producido por el descuido, falta de información, las deficiencias nutricionales, estilos de vida erróneos y demás factores ambientales.
En este contexto, adquieren gran relevancia los conceptos expresados por la Organización Mundial de la Salud en su Programa Global sobre el Envejecimiento, al contemplar la necesidad de prevención y autocuidado en el transcurso del ciclo vital del individuo; destacan la necesidad de intervenir desde las etapas tempranas y en particular a partir de los 25 años de edad que es cuando se inicia la decadencia biológica, que al ser influenciada por los factores extrínsecos producirá el deterioro funcional con serias repercusiones en la vejez.
Conforme nos adentramos en una era de grandes adelantos en biomedicina y biotecnología, con la aparición de avances extraordinarios se ha podido constatar que es posible mejorar la salud, calidad de vida y llevar una actividad productiva, al mismo tiempo que cumplir con nuestras expectativas como especie, de vivir más allá de los 100 años de edad. Estos avances determinaron en 1993, la aparición en EUA, de una nueva especialidad: la medicina an-tienvejecimiento,8 cuyo inicio es marcado en la fundación de la American Academy of Anti- Aging Medicine, extendiendo de esta manera el campo de acción de la geriatría hasta la juventud. Por otro lado, la aplicación de técnicas y procedimientos antienvejecimiento a personas con enfermedades crónico degenerativas, ha demostrado una mejor respuesta y control, cuando a los tratamientos respectivos se les adiciona los avances en el campo de la longevidad.
Como respuesta a los escépticos que ponen en duda estos avances, es posible afirmar que hasta hace algunos años, la mayor parte de los descubrimientos hubieran sido considerados como imposibles. A principios de este siglo se dudaba que el hombre pudiera volar y al submarino de Julio Verne se le consideraba como una fantasía irrealizable. En lo que respecta a la medicina, se creía inverosímil pensar en los antibióticos y todavía en la actualidad, se considera muy difícil la curación del cáncer.
Intervención en el envejecimiento
La combinación de la medicina preventiva y las terapias modernas, dentro de una ciencia integral de medicina antienvejecimiento, está empezando a implantarse;8 esto es, cada vez más, un mayor número de individuos pueden obtener beneficios de las pruebas de valoración de su estado metabólico, seguidas de programas integrales de autocuidado, modificaciones de estilos de vida, nutrición adecuada, complementos; suplementos vitamínicos, fitonutrientes, nutraceúticos, productos farmacéuticos, hormonas, precursores hormonales y terapias diversas.
Un dato importante, es que el envejecimiento no es un suceso cronológico sencillo, sino la interacción completa de disfunciones de todo el organismo. Sus síntomas suelen identificarse a nivel general, órganos y sistemas, celular, molecular y cromosómico. Desde el punto de vista elemental, se podría enfocar a cada uno de estos niveles con estrategias específicas; sin embargo, los proyectos más eficaces para enfrentar el envejecimiento son enfocados a los mecanismos genéticos y moleculares, con el objetivo de mantener en óptimas condiciones la fisiología celular y la homeostasis del medio interno.
Programa genético
El cuerpo humano está compuesto por más de cien trillones de células, que en su mayoría están en continuo crecimiento y renovación. Dichas células contienen en su núcleo el ácido desoxirribonucleico (ADN), en donde están compilados todos los genes del organismo, con las instrucciones grabadas en el programa genético. A su vez, cada célula solicita a este ADN la impronta y el mensaje que le permitirá realizar su fisiología, regenerarse, reproducirse y morir. La conservación del ADN y la preservación de un código genético inalterado es la clave para extender la calidad y cantidad de la vida.
A nivel molecular las moléculas proteicas son remplazadas de manera continua; ciertos tejidos como piel y mucosa intestinal, remplazan sus células en unos cuantos días, mientras que las de la pared vesical, cada dos meses y los eritrocitos cada cuatro meses. Otras células (hepáticas y óseas) se remplazan a lo largo de varios años. Este remplazo es determinado por los genes, los cuales protegen al organismos de moléculas dañinas que pudieran causar envejecimiento prematuro. El remplazo periódico permite una autorreparación y la protección del plan genético maestro.
La investigación genética es la que promete mayores resultados para el próximo siglo, en el que cada vez se escuchará más acerca de los estudios que se realizan en el proyecto humano denominado GENOMA, en el que se están estudiando y decodificando los mensajes contenidos en los genes; esto, permitirá conocer de manera exacta cómo y porqué ocurre el envejecimiento. Hasta la fecha los científicos han decodificado 30 mil de nuestros 80 mil genes, determinándose que 20% de ellos tienen un papel sumamente importante en el metabolismo, 12% están involucrados en las comunicaciones intercelulares y 5% ayudan a la reproducción celular. Asimismo, se están descubriendo genes que participan en problemas clínicos como las cataratas, obesidad, cáncer de próstata, esquizofrenia, enfermedad de Alzheimer y cáncer mamario entre otros. El conocimiento científico se está duplicando cada tres y medio años, por lo que se espera que para el año 2010 se tengan extraordinarios avances para la humanidad.
El código genético está conectado de manera directa o indirecta con todas las funciones y sistemas del organismo y puede ser influenciado de un modo positivo o negativo por factores extrínsecos como: estrés, nutrición, estilos de vida, contaminación y factores ambientales. Mantener intacto este código genético, implica que se debe considerar un plan integral antienvejecimiento que abarque todos los aspectos involucrados.
Medio interno
Las células están rodeadas por un líquido extracelular pleno de moléculas, nutrientes, hormonas y enzimas que determinan un equilibrio denominado homeostasis en el que se desarrolla la vida dentro de condiciones óptimas. Una gran variedad de factores: enfermedad, mala alimentación, carencia de nutrientes y vitaminas, uso de drogas (tabaco, medicamentos), alcohol, factores emocionales (estrés) etc., alteran su equilibrio. Por otro lado, conforme avanza la edad, se acumulan en este medio interno materiales de desecho y sustancias tóxicas producidas por las células, así como los radicales libres nocivos derivados de las reacciones bioquímicas vitales, que destruyen con su lipoperoxidación oxidativa, las membranas celulares y el ADN, causando el envejecimiento celular y tisular.
Uno de los principales efectos causados por el tiempo en los seres vivos es la disminución global de las funciones de los órganos, en particular en el sistema endocrino, produciéndose alteraciones en la vitalidad y función sexual; el sistema inmune, a su vez, sufre inmunodepresión, con lo que existe mayor propensión hacia los procesos infecciosos, enfermedades autoinmunes y el desarrollo de enfermedades cancerosas. El estrés, al igual que los factores psicológicos y emocionales tienen un gran impacto en el proceso de envejecimiento; además, una serie de síntomas y problemas de conducta también guardan relación con la edad: pérdida de la memoria, desorientación, confusión, depresión, enfermedades mentales y problemas emocionales.
La base de las terapéuticas antienvejecimiento es conservar intactos nuestros genes y con ellos el código genético y su programa vital; asimismo, mantener la homeostasis o equilibrio del medio interno.
Los cambios fisiológicos del envejecimiento determinan una mayor vulnerabilidad a los agentes bióticos y abióticos que hacen a los individuos más propensos a padecer enfermedades crónico degenerativas relacionadas con la edad, entre las que se incluyen las de tipo cardiovascular, osteoporosis o artritis reumatoide. Cuando estos procesos se han establecido, las terapéuticas antienvejecimiento ayudan tanto al cuerpo como a la mente a funcionar en forma más eficiente y a que los tratamientos específicos sean más eficaces.
Teorías y mecanismos biológicos del envejecimiento
El programa genético y el medio interno están en íntima relación con:
a) Los mecanismos reparadores a nivel molecular, que actúan eliminando moléculas defectuosas o reparando las dañadas, como resultado de errores en la producción de nuevas proteínas, enzimas, etc. Con la edad existe un aumento de los errores o una deficiencia en los mecanismos reparadores, teniendo como consecuencia la acumulación de defectos, productos tóxicos y la producción de mutaciones. Una de las soluciones para el envejecimiento es mejorar la eficiencia de estos mecanismos reparadores.
b) Los enlaces cruzados constituyen el más notable de los errores; son puentes que se forman entre las proteínas y no se pueden romper por los mecanismos reparadores, haciendo que las estructuras como arterias, piel, articulaciones y el cristalino, se endurezcan originando procesos degenerativos: arteriosclerosis, arrugas, reumatismo, cataratas. Ciertas sustancias, plomo y humo del tabaco producen gran cantidad de enlaces cruzados y en enfermedades como la diabetes el exceso de glucosa provoca una gran cantidad de enlaces y envejecimiento prematuro (Anthony Cerami y Michael Brownlee, Univ. Rockefeller, Nueva York).
c) Los radicales libres son átomos cuyos electrones escapan de sus órbitas en las reacciones químicas de los procesos vitales del organismo: respiración celular, detoxificación hepática, síntesis de proteínas. Son partículas muy peligrosas y reactivas capaces de producir reacciones en cadena semejantes a una radiación interna y que materialmente ocasionan oxidación con daños a órganos: corazón, arterias, tejido nervioso y sistema inmune, entre otros. Los radicales libres hidróxidos, superóxidos, aldehidos, oxígeno singulete, son a su vez neutralizados por enzimas que el organismo produce como la superóxido dismutasa (S.O.D.) catalasas, peroxidasas y algunos nutrientes con actividad antioxidante como las vitaminas C, E, betacaroteno, B1, B5, B6 y aminoácidos (cisteína, tirosina, etc.) han sido estudiados por Denham Harman, Lester Packer y Richard Cutler. Entre las enfermedades causadas por radicales libres se encuentran arteriosclerosis, demencia, cáncer, osteoartrosis, enfisema, angina de pecho e infarto, daños al sistema genético y a las membranas y estructuras celulares de todas las células del organismo.
d) El sistema inmune es el responsable de las funciones de defensa contra las infecciones, reconocimiento y eliminación de partículas nocivas inertes (alergias), reconocimiento y no agresión a las células de nuestro organismo, mecanismos reparadores, vigilancia y destrucción de células cancerosas. Sus principales elementos son los linfocitos B, encargados de la inmunidad humoral o inmediata por medio de los anticuerpos y los linfocitos T, responsables de la inmunidad celular o tardía, con acción directa en las células cancerosas y elementos agresores. Ambas células se reproducen en el sistema retículo endotelial (bazo, hígado, ganglios). El timo es el regulador y actúa por intermedio de una hormona denominada timosina. Roy Walford, el principal investigador en esta área, señala que con el envejecimiento disminuye la efectividad de los mecanismos inmunológicos y como consecuencia se produce envejecimiento acelerado, enfermedades autoinmunes (artritis reumatoide, lupus eritematoso) mayor vulnerabilidad a las infecciones y sobre todo un aumento en la susceptibilidad a desarrollar cáncer. Esta teoría fue propuesta 25 años antes de que se conociera el SIDA, enfermedad en la que el virus VIH destruye el sistema inmune. Por su parte, el doctor Vincent Cristofalo opina que todas las personas de edad madura son portadoras de un cierto grado de inmunodeficiencia adquirida por la edad, por lo que el reforzamiento del sistema inmunológico constituye un pilar del antienvejecimiento.
e) Otro aspecto importante de considerar es el envejecimiento cerebral ya que desde los 30 años de edad se empiezan a perder 4 mil neuronas por hora, es decir 96 mil por día (son células que ya nos se reponen); sin embargo, Joseph Rogers realizó estudios que demuestran que a pesar de esta disminución en la actividad física e intelectual y en los nutrientes adecuados para la formación de neurotrasmisores (adrenalina, serotonina, dopamina, acetilcolina entre otros), se puede favorecer un mayor número de prolongaciones llamadas dendritas, que establecen nuevas sinapsis y circuitos redundantes, que compensan el déficit e incluso pueden sobrepasar el nivel intelectual de la juventud, previniendo además el deterioro mental y conservando la integridad y salud mental.
f) El sistema endocrino junto con el inmune y nervioso, es intermediario del programa genético a través de la hipófisis, tiroides, suprarrenales, ovarios, testículos, páncreas, timo, etc., cuyas hormonas regulan el complejo mecanismo para mantener el equilibrio interno y con él, el vigor de la juventud y una óptima salud física y mental. El hipotálamo es el marcapaso y regulador de la manera de envejecer. Todas las glándulas con excepción de los ovarios siguen produciendo hormonas, aún en la vejez, con funciones muy específicas de mantenimiento de la fuerza, vigor juvenil y óptimo desempeño. Basados en el conocimiento científico, se puede afirmar que el control genético, los mecanismos reparadores, los sistemas nerviosos, endocrino e inmune, el cáncer y las enfermedades degenerativas están ligadas entre sí.
g) El aparato digestivo es el puerto de entrada de los nutrientes, que desde la masticación reciben la influencia enzimática de la ptialina. En el estómago la acción del HCI y enzimas gástricas pancreáticas e intestinales desdoblan los carbohidratos, grasas y proteínas para ser absorbidos por las vellosidades intestinales que deben estar limpias y libres de bacterias nocivas y factores de putrefacción. El mal estado fisiológico del aparato digestivo y el envejecimiento intestinal debido a hábitos erróneos de alimentación y a la falta de mantenimiento, es causa de mala absorción de nutrientes con absorción de sustancias tóxicas con efectos aceleradores del envejecimiento, h) El hígado es el órgano más grande de nuestro cuerpo y un elemento fundamental en el control de la homeostasis, como barrera metabólica entre el intestino y la circulación, además de ser un maravilloso laboratorio orgánico que detiene, transforma, neutraliza, construye, detoxifica, degrada, acumula, procesa, regula y actúa en los infinitos procesos biológicos. Participa en el sistema inmune y metabolismo humano. Su conservación en condiciones óptimas es fundamental para la salud y longevidad, mientras que los factores agresivos a los hepatocitos son inductores de multipatología y envejecimiento acelerado.
La nutrición es la piedra angular de la salud y el envejecimiento. Debe ser completa y balanceada en macronutrientes (carbohidratos, grasas, proteínas), micronutrientes (enzimas, vitaminas, minerales, aminoácidos) y abundante en nutrientes que no aceleren el envejecimiento ni acidifiquen el medio interno. En su proporción deben incluirse los nutrientes antioxidantes que combaten los radicales libres y los reforzadores del sistema inmune, con el fin de proteger la integridad del código y programa genético (ADN). Los precursores y liberadores de las hormonas de la orquesta neuroendocrina, también mantienen la correcta relación de los radios de hormona del crecimiento e IGF y de insulina/glucagon. Por su parte, los nutrientes contribuyen a una homeostasis integral del medio interno, al igual que en la conservación y mantenimiento de los mecanismos de auto-reparación y autorrenovación celular en sus estructuras y en su totalidad, así como los elementos necesarios para obtener el óptimo estado molecular y el equilibrio bioelectromagnético de los átomos.
Es importante recordar que la dieta está formada por los alimentos que ingerimos, mientras que la nutrición se determina por la cantidad de nutrientes que son asimilados por la célula. En este contexto se destaca el papel de las membranas celulares en los procesos de asimilación y eliminación de desechos, producto del metabolismo. Conservar la flexibilidad y permeabilidad de la membrana por medio de los ácidos grasos esenciales es fundamental para conservar energía, vitalidad y vigor juvenil.
Longevidad y antienvejecimiento Los avances en este campo en los últimos 25 años, han permitido llegar a la conclusión de que es posible elaborar un Plan Antienvejecimiento al alcance de la población y factible de ser proporcionado por profesionales de la salud: médicos generales, familiares y especialistas en las distintas áreas de la medicina, por medio de nutracéuticos, precursores hormonales, hormonas, alimentos antienvejecimiento, proteínas, aminoácidos, antioxidantes, ácidos grasos esenciales, productos farmacéuticos, entre otros, y siempre integrarlos con estilos de vida saludables, a fin de buscar como objetivo:
1. Proteger el ADN y el medio interno, así como mantenerlo en óptimo equilibrio.
2. Eliminar la acumulación de productos del desgaste y materias tóxicas del metabolismo.
3. Estimular y fortalecer la producción y actividad de hormonas producidas por el organismo.
4. Fortalecer y mantener el balance de los neurotransmisores que participan en la función cerebral.
5. Mantener los principales sistemas y aparatos del cuerpo, funcionando a niveles óptimos (circulatorio, digestivo, inmune).
6. Aumentar la capacidad del organismo de autorreparación, estimulando la actividad y la capacidad de los mecanismos reparadores.
Corolario
Envejecer es un proceso biológico que involucra la participación de factores ambientales, nutricionales, psicológicos y sociales que afectan la esencia de la persona, debido a que estos factores pueden acelerar o retardar la manera como se envejecerá. En especial, los estilos de vida saludables tienen un papel clave en este proceso; por tal motivo, es fundamental considerar que la motivación y la autoestima de los individuos para fomentar el autocuidado y los estilos de vida saludables son el eje sobre el que giran todos los procedimientos para revertir el deterioro del envejecimiento.
Existe una gran cantidad de recursos preventivos y procedimientos con propiedades antienvejecimiento que se encuentran en la mayoría de los casos a disposición del público y que son consumidos por un importante número de individuos. Es esencial tener en mente que no existe un sólo producto que, por sí solo, pudiera englobar todos los aspectos involucrados con el envejecimiento humano y también que su uso pudiera ser contraproducente, ya que al no considerarse un plan comprensivo antienvejecimiento, su utilización inadecuada podría causar trastornos serios en el aspecto fisiológico y sobre los mecanismos genéticos.
Hoy día, la medicina antienvejecimiento como ciencia es totalmente novedosa y tiene que enfrentar las críticas y el escepticismo de sus detractores, tal como lo han sufrido otras especialidades en su devenir histórico. Los profesionales de la salud interesados en esta ciencia deben tratar de separar los hechos y la verdad de la ficción y la charlatanería a fin de determinar cuáles son los mejores tratamientos y técnicas para sus pacientes. La educación continua y el análisis detallado de la gran cantidad de información que recibimos a través de materiales impresos, INTERNET y todo lo que la comunicación moderna nos da a conocer, es lo que nos permitirá establecer las bases y el criterio de una corriente médica basada en el conocimiento científico; baste saber que cientos de especialistas e investigadores se encuentran trabajando en este campo tratando de incrementar la calidad y duración de la vida humana, que ha acumulado un enorme acervo de datos médicos en la búsqueda de la longevidad.
Los expertos en este campo pueden ejercer con el auxilio de tecnología avanzada y con sistemas de nutrición cada día más sofisticados y eficaces, pero sin perder la perspectiva de que los estilos de vida saludable constituyen el punto clave de la terapia antienvejecimiento; ninguno de nuestros esfuerzos tendrá éxito y el mejor de los tratamientos será un fracaso, cuando estilos de vida equivocados y baja autoestima para cuidar la salud, promuevan su envejecimiento acelerado y una serie de enfermedades que atentará contra la vida.

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