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domingo, 6 de noviembre de 2011

Revista Española de Geriatría y Gerontología en el año de 1982

Este artículo fue presentado como conferencia magistral en el Congreso Mundial de Gerontología celebrado en Hamburgo, Alemania en 1981. Posteriormente fue publicado en la Revista Española de Geriatría y Gerontología y ganó el Premio Beltrán Báguena al mejor artículo publicado en el año de 1982 que fue otorgado en Madrid por el Rey Juan Carlos.


GERONTOLOGÍA                                                              Rev. Esp. Geriatr. y Gerontol., 17: 2 (95-102), 1982

La vejez en los grupos indígenas marginados de América*
Por el doctor Joaquín González Aragón * *
*Aportación al Congreso Internacional de Gerontología de Hamburgo,  julio  1981.
**Vicepresidente de  la  Sociedad  Mexicana  de Geriatría.
RESUMEN. Las sociedades tradicionales latinoamericanas son los grupos indígenas que conservan las mismas costumbres que antes de la conquista (1600) y se han conservado inalteradas más que en otros continentes (1500). Los sistemas de apoyo al viejo son totalmente del tipo informal y se considera que un 90 por 100 de los viejos viven en el seno familiar con rol y status definido, contribuyendo al desarrollo agropecuario del país, aunque son los grupos más pobres y menos favorecidos. En 1978 había 28 millones de indígenas americanos, que se dividen en tres grupos.
INTRODUCCIÓN
En Latinoamérica se encuentran mezclados en un crisol de razas toda una cultura indígena que hasta el siglo XVI no tuvo ninguna relación con el Occidente y de cuya interacción ha surgido una nueva raza que comparte el «desarrollo» como fenómeno económico, político y social.
Sin embargo, una de sus consecuencias más importantes es que los grupos indígenas originales han logrado subsistir hasta nuestros días conservando prácticamente íntegras sus características ancestrales, lo que les ha convertido en grupos marginales, y no sólo eso, sino en los más pobres y explotados de esos grupos, aunque en algunos países conserven aún una mayoría relativa, como se verá en las siguientes gráficas.
En estos grupos el viejo aún conserva su rol y status tradicional, que cada día se ve más afectado por la educación, modernización, desarrollo económico y, sobre todo, por la migración de los jóvenes hacia las ciudades, que están dejando a los niños y los viejos en las comunidades indígenas. Esto hace resaltar un hecho indiscutible de las poblaciones indígenas latinoamericanas: la producción agropecuaria rural es fundamentalmente indígena y está siendo abandonada en manos de los viejos, que aun usando sistemas rudimentarios producen los alimentos para todo el país, siendo mal retribuidos y poco apreciados sus esfuerzos. Los jóvenes, en su afán por elevar su estándar de vida y conforme adquieren mayores medios de captación, se sienten poco atraídos para cultivar la tierra y aquellos que envejecen fuera de las comunidades originales tampoco regresan, y esto, si no es valorado oportunamente por los Gobiernos, es una de las causas contribuyentes a las crisis de falta de alimentos que cada día se hacen más patentes en todo el mundo.
I.    AMBIENTE SOCIAL Y MIGRACIÓN RURAL
El indígena como factor de desarrollo
La gran mayoría de la población indígena es rural (80 por 100) y comparten con un sector no indígena la condición de campesinos; esto lo convierte en factor de producción agrícola y ganadero, así como de fuerza de trabajo y mano de obra no especializada barata. Al ser campesino comparte condiciones de marginalidad, incapacidad de ejercer poder político y ocupar las escaleras más bajas de los sistemas de estratificación social.
Un 20 por 100 de la población indígena es urbana, es uno de los grupos que establece las grandes corrientes migratorias; la migración logra o que se adapten y se integren a las condiciones nacionales (fácilmente en el caso de los jóvenes y muy difícil en el caso de los viejos, que no encuentran el sitio adecuado) o que se reafirmen a nivel nacional como cultura diferente (que es el caso de nuestros viejos), con el consiguiente choque generacional y con una desintegración social y cultural sin que desaparezca la población como tal, que, contrariamente a lo que pensamos que los indígenas procesan en extinción, el aumento demográfico compensa a los grupos que están en decadencia.
La pobreza como rasgo característico
Este es el problema de nuestros países: cada día es más notable la brecha entre grupos rurales y los promedios de bienestar económico y social productos del desarrollo económico industrial.
En estadísticas de la CEPAL, en México la población rural indígena es del 35 por 100 del total y la población por debajo de la línea de la pobreza es el 49 por 100. En el grupo de los viejos nos llama la atención que los altos índices de mortalidad infantil y también a todas las edades como consecuencia de la pobreza produce ancianos seleccionados por las más estrictas leyes de selección natural; famosos los ejemplos de longevidad latinoamericana en México, Solivia y Ecuador, longevidad comparable a la de Europa en la Edad Media y que hacía a estos viejos dueños de una gran sabiduría y respeto, que acumulaban a través de muchos años de ver morir a sus congenies.
La migración indígena, fenómeno natural
Las corrientes migratorias son consecuencias de la pobreza, de la falta de tierra, de la urbanización, la colonización, la educación y la industrialización, es decir, del desarrollo económico; de ellos, muy pocos regresan aun en la vejez y menos aún con la riqueza o la cultura para diseminarla en su región.
Este fenómeno migratorio es el más importante y el que mayor atención requiere para entender las condiciones de los indígenas; salen de la comunidad por falta de tierra y de trabajo y es el comienzo de un dinámico progreso que rompe una serie de tradiciones sociales que obliga a aceptar nuevos tipos de conducta, formas de organizar y que, como ya mencionamos, si se manejara en forma adecuada por los Gobiernos reafirmaría su identidad y los convertiría en factor de desarrollo, de otro modo, o los convertirá en nubes desintegradas social y culturalmente, verdaderos focos de problemas. En esta vorágine de cambios sociales el actual viejo latinoamericano es espectador pasivo en una sociedad que, aunque cada día Tías mermada, lo cuida en la familia y la comunidad. Un 90 por 100 de los viejos vive en el seno de las familias rurales y de éstos sólo un 1 por 100 es totalmente desamparado como para buscar la protección de los asilos o de la asistencia pública o religiosa; los Gobiernos no se preocuparán por los viejos y los consideran un problema de poca importancia que no merece prioridad ante otros más apremiantes; sin embargo, ¿cuál será la situación de los ahora jóvenes para fines de este siglo, en que no se reafirma su papel como factores de producción y de desarrollo económico? Pasar a ser, dentro de los ya pobres grupos marginados indígenas, el sector de los viejos será el más pobre de todos.
II.    CARACTERÍSTICAS CRUPALES
División de los indígenas
De acuerdo con los criterios del Centro Indigenista Interamericano, la gran variedad de situaciones sociales indígenas se pueden resumir en tres:
1.       Grupos campesinos.
2.       Grupos tribales.
3.       Grupos urbanos.
1. En los grupos campesinos la población indígena es mayoritaria (México, Guatemala, Perú, Ecuador y Solivia son ejemplos claros) y la población mantiene mecanismos sociales comunales que aseguran una vida colectiva semiautónoma, semiaislada y que permite mantener tradiciones ancestrales, aunque se ve afectada por los progresos sociales y políticos. Este es el típico ejemplo que mencionamos de sector pro-ductivo agropecuario y de mano de obra eventual. El mantenimiento y el costo de la vida es barato, ya que hacen economía de subsistencia; su remuneración es más baja y son reservas de mano de obra que los países deben aprovechar.
Su problema es la escasez de tierra y la venta de su producción; por eso defienden las tierras y el modo de cultivarlas contra intereses comerciales del Gobierno y grupos transnacionales.
La tierra es generalmente comunal, pero desigual, encontrándose diferencias de poder marcadas. Afortunadamente, el servilismo, la esclavitud y la tierra en manos de un propietario ha disminuido, aunque la explotación y la tierra en manos de terratenientes y de extranjeros son características en la mayor parte de Latinoamérica.
El aumento demográfico de este sector, pero los recursos agropecuarios más escasos y caros, los ha empobrecido más aún y la fuerte ola migratoria los afecta sustancialmente. En este grupo es donde el viejo aún está preservado por la familia y la comunidad.
2. Los grupos tribales se encuentran casi exclusivamente en las zonas tropicales del Continente, especialmente la cuenca amazónica; muchas tribus han desaparecido conforme la civilización avanza, ya sea exterminadas o incorporadas a la sociedad.
La ecología los protegía, pero el aislamiento en la vida seminómada, así como las diferencias lingüísticas, la disminución de recursos vegetales y animales los acaban.
Los viejos encuentran también su rol y status; son los jefes quienes tienen mayor función en cuanto a relaciones intertribales y las chamines o líderes religiosos. Son los amos de las grandes reuniones ceremoniales. En las tribus se practica la artesanía, el cultivo, caza, pesca y la mujer prepara la comida y el cuidado de los niños.
Este primitivismo, ideal para algunos, es modificado por los intentos civilizatorios de las entidades religiosas gubernamentales y filantrópicas. La realidad es que no viven en condiciones ideales y la explotación de que son víctimas, así como su deseo de aislamiento, los segrega y los obliga a ubicarse en territorios no favorables para sobrevivir o bien aceptar la población colonizadora dentro de su medio.
3. Los grupos urbanos. Se ha discutido si se emigra por expulsión del medio rural o por los atractivos reales o imaginarios de las ciudades. El hecho es que las metrópolis latinoamericanas son las que tienen las tasas de crecimiento más rápidas del mundo y el grueso es la población indígena campesina del medio rural.
Debido a que no es posible un crecimiento de infraestructura de vivienda, sanitaria, transporte, etcétera, acorde a las tasas, estos grupos se ven obligados a vivir en áreas marginadas: barriadas (Perú), callampas (Chile), favelas (Brasil), ciudades perdidas (México), donde carecen de los servicios básicos de vivienda, salud, electricidad y se convierten en trabajadores no calificados, rompiendo de la articulación socioeconómica que los ligaba a la producción agropecuaria y al desarrollo del país, además de que pasan a formar parte del escalón más bajo de la estratificación social de las ciudades por su inadaptación total. Se decía que la ciudad así funcionaba como mecanismo de integración social al brindar a través del esfuerzo personal la posibilidad de ascender en la escala social, lo cual no es enteramente correcto y, en cambio, se convierten en problemas para las urbes, ya que les solicitan atención a sus necesidades; por otro lado, lo masivo de la migración amplifica el problema. La personalidad cambia y la integración se rompe, ya que el enfrentamiento competitivo hace que se separen miembros de una misma comunidad e incluso se rompa la integridad familiar. En esos grupos el viejo emigrado a las comunidades urbanas es el más desafortunado de los emigrantes por su falta de productividad y porque no hay infraestructura ni acomodo para sostenerlo. Los viejos migran poco, en efecto, y los que lo hacen regresan más a su tierra, conservando vínculos con el migrado que vuelve a visitar a la familia o las fiestas locales. Es un hecho comprobado con la comunicación entre campo y ciudad; es mayor (transporte, teléfono, etc.), aunque implica gastos extraordinarios que muchas veces el migrado no desea ni puede hacer. Este movimiento migratorio debe perder las características negativas: cuando sea el medio para forjar una nueva identidad propia y comparable con las nuevas condiciones tanto del país como la suya propia.
Es el momento de dejar de pensar en civilizar a los indígenas, sino tomar en cuenta sus intereses, procesos y capacidades para asegurar su papel en el progreso nacional, y entre ellos los viejos, grandes maestros de la agricultura y artesanía, que desconocen el significado de la jubilación y están acostumbrados a trabajar hasta el último día de su vida, no serán jamás problema y seguirán siendo recurso natural fundamental en nuestros países.
III.    DEMOGRAFÍA INDÍGENA
Con datos de la OEA y del CU consideramos que la población indígena del Continente asciende a 28,5 millones (estos datos son muy difíciles de precisar por varias razones que escapan a enumeraciones oficiales censales). Se ha duplicado en quince años y está en pujante aumento.
El 85 por 100 de los indígenas está en México, Guatemala, Ecuador, Perú, Solivia, donde representan el 30 por 100 de su población total. En los países amazónicos (Brasil, Venezuela, etc.) la proporción indígena es del 1 por 100 del total. Resto de Centroamérica, 5 por 100. En el cono Sur está el 6 por 100, y en Estados Unidos, el 7 por 100.
De este total consideramos.
Que 1.5 millones son poblaciones autosuficientes de organización tribal y hábitat tropical; 21 millones, campesinos, agricultores o trabajadores eventuales, por lo que están articulados a la economía de sus países; 5.1 millones viven en las comunidades urbanas, por lo que su vinculación a la economía es dudosa y no cuantificable, así como los problemas que causan.
Estados Unidos posee 1.568.000; Canadá, 500.000; Belice, 10.000; Guyana, 27.000; Surinam, 10.000, y el resto del Caribe, 100.000 (cuadro IV).
El cuadro IV ofrece un análisis más detallado y de acuerdo a cifras que pretenden acercarse lo más posible a la realidad.
Consideraciones demográficas comparativas resto del mundo.
Finalmente quiero referirme a Latinoamérica como arte del Tercer Mundo para mostrar su posición como Continente de la esperanza y como una de las zonas con más futuro económico.
El cuadro V analiza la población mundial total en 1970.
Tres mil seiscientos treinta millones que se espera aumenten a 6.500 en el año 2000 (1.090 a 1.453 en regiones desarrolladas y 2.541 a 5,04 en las menos desarrolladas); de ellos Latinoamérica tiene 363 y se espera aumenten a 583. Los mayores de sesenta años mundial, 290 millones pasarán a 584 millones; en Latinoamérica pasarán de 16,4 a 41,5 millones. El porcentaje de población de mayores de sesenta años tiene poca variación: de 5,1 a 7,3 en Latinoamérica, ya que las altas tasas de natalidad hacen que los viejos se noten poco.
El cuadro VI analiza la población total en 1980 y sus expectativas para el año 2000.
En los diferentes países latinoamericanos, así como las cifras totales de mayores de sesenta años y sus expectativas para el año 2000. Con muy pocas excepciones, los países duplicaron sus poblaciones en veinte años y las poblaciones de viejos (con excepción de Uruguay, Chile, Cuba, Haití y Argentina) aumentaron en un promedio del 125 por 100 (Colombia, Brasil, Venezuela y Honduras tendrán un 150 por 100).
CONCLUSIONES
a)      Rurales, 80 por 100.
b)      Tribales, 1 por 100.
c)       Urbanos, 19 por 100.
Dentro de los sistemas sociales el  indio ha ido evolucionando desde una total esclavitud en la colonia hasta lograr ciertos derechos ciudadanos propios, aunque en la actualidad aún persisten modelos coloniales basados en la explotación, marginación y actitudes negativas que convierten a los indígenas en problema social y los desligan de su papel dentro de la economía nacional.
La discriminación es más acentuada en ciertos países, por lo que los indígenas constituyen el grupo migratorio más fuerte a las áreas urbanas, en donde sufren de mayores desventajas tanto por su falta de productividad en un medio ambiente agresivo e inhóspito, especialmente para el viejo, a quien las migraciones acaban por desintegrarlo de la familia y la sociedad, que en las áreas rurales le brindaban un mayor apoyo informal. Por otro lado, los esfuerzos del Gobierno por «civilizar» las sociedades tradicionales, desconociendo el pluralismo cultural, idioma, [creencias religiosas, tradiciones, sistema de valores, constituye una de las ideas básicas equivocadas, que al romper la integración cultural priva a estos grupos marginados de un futuro económico-social y de su papel productivo en el desarrollo, en especial a los viejos, que son los que menos oportunidades tendrán al perder su rol y status tradicional. El principal factor negativo es la migración urbana, que desarticula al indígena y al viejo de los verdaderos centros de producción de alimentos de los «países en desarrollo».
Los cambios sociales desintegran física y psíquicamente tanto a jóvenes como a viejos, pero los primeros se adaptan más fácilmente, mientras que para los viejos constituye un verdadero shock que los margina y desampara, además de que origina graves conflictos generacionales. Aun así, nuestros viejos gozan de una protección informal asegurada y los verdaderos problemas serán para los jóvenes que están envejeciendo en medio de esta situación.
El hombre viejo en Latinoamérica es un trabajador de por vida en mano de obra no especializada, autoempleado, pero conoce toda clase de oficios, está malnutrido, con malas condiciones medico-sanitarias pobres y con condiciones de vida difíciles.
La mujer vieja está ligada a su hombre y a sus hijos, su trabajo es dedicado a ellos y realiza toda clase de labores, convirtiéndose en el centro de la economía familiar; sus características son su alta tasa de fecundidad y de mortalidad, su nutrición y salud poco favorables y su nula participación en los servicios públicos o en la comunidad; está marginada frente al varón en el plano social; sin embargo, resalta su papel en la socialización del niño y su gran poder de decisión a través del esposo. Si el padre es respetado, la madre es venerada y amada como símbolo familiar más en Latinoamérica que en ninguna otra región del mundo.
Los sistemas de cuidado formal para los viejos en las sociedades tradicionales son prácticamente inexistentes y son principalmente de tipo caridad por la Iglesia, grupos voluntarios y en último término por el Estado, que se justifica utilizando sus recursos para programas comunitarios prioritarios; esta situación es tolerada debido a que la familia se ocupa totalmente de sus viejos y no los abandona. Sin embargo, se nota una corriente favorable a la creación de sistemas modernos de cuidados en todo el Continente como consecuencia del mismo desarrollo médico, económico y social.

BIBLIOGRAFÍA
CELADE:   Centro Latino-Americano de Demografía de la Comisión Económica para América Latina de las Naciones Unidas.
KALISH,   RICHARD A.: "A gerontological look at ethnicity human capacities and individual adjustement", The Geronro/og/sf, parte 2.a, págs. 78-87, Spring, 1971.
KALISH,   RICHARD,   y   MORIWAKI,   SHARON:  "The   world   of   the elderly   asiam-american",   Journal  of  Social                Issues,  29:   187-209, 1973.
WORLD POPULATION TRENDS 1977. Monitoring Report, vol. I. Selec. World Demographic  Indicators  by Countries.




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Artículo fue publicado en la revista Mundo Médico en el mes de noviembre de 1996

Este artículo fue publicado en la revista MUNDO MEDICO en el mes de Noviembre de 1996 cuando hubo un auge en la importancia de la geriatría y su reconocimiento oficial como especialidad, así como, las cátedras en diversas universidades. Por ello, la editorial solicitó al Dr. González Aragón la coordinación de esta Edición Especial en la que destacan los preceptos que desde 1980 ha postulado el primer médico geriatra con posgrado en México.

CALIDAD DE VIDA EN LOS ADULTOS MAYORES Y PERSONAS MAYORES
Nuestro país como el resto del mundo está enfrentando una transición demográfica determinada por el control de la natalidad y los avances médico-sociales, que han establecido una reducción de la mortalidad y un aumento de la expectativa de vida hasta los 70 años. El incremento en la población adulta y en las personas mayores ha señalado una mayor frecuencia de enfermedades crónico degenerativas y una nueva problemática médico, psicológica, social y económica planteada por los envejecientes, en el campo de la atención de la salud.
En las condiciones actuales se puede asegurar que quienes trabajan en la esfera de la salud han de emplear cada vez mayor cantidad de su tiempo en la atención de estos pacientes, lo cual obliga a estar preparado para enfrentar la creciente demanda de cuidados especializados. Las condiciones patológicas de las personas mayores presentan diferentes matices y nuevas dimensiones, cuando se conjuga el punto de vista de la medicina interna con el complejo proceso de envejecer, es por ello que nos encontramos en la evolución de nuestra propia transición como profesionales en una sociedad envejeciente, en la que debemos ampliar los modelos terapéuticos con patrones de funcionalidad, autonomía, autosuficiencia y calidad de vida.
Aún existen ciertas controversias para delimitar el periodo de la vejez, a este respecto, conviene aclarar que en los países en desarrollo se sigue el criterio de la ONU, de considerar como margen para fines estadísticos, la edad de 60 años, mientras que en los países desarrollados se prefiere seguir utilizando la edad de 65 años, lo que produce cierta confusión al revisar la literatura.
En el mundo de habla hispana se utilizan diversos términos para referirse a los individuos en la etapa de la vejez. Si tenemos en cuenta que las tres edades son: infancia, vida adulta y vejez, el vocablo correcto es el de viejos. Sin embargo debido a que puede tener una connotación asertiva o peyorativa, se ha considerado: je el término más apropiado es el de personas mayores, pudiendo también utilizarse como sinónimos el de personas de edad, personas de edad avanzada y personas de la tercera edad. La palabra anciano designa a los viejos con problemas socioeconómicos y asitenciales, mientras que los modismos clásicos de gerente y senecto son más propios para la literatura que para reflejar una realidad humana. Se denomina población de la tercera edad, al grupo etario más allá de los 60 años. Al extenderse los horizontes de prevención y autocuidado hacia etapas que corresponden a la edad adulta, se ha empezado a utilizar el término de adultos mayores para designar a los individuos desde los 50 años, como un concepto global que abarca la madurez y la vejez.
En los últimos veinte años, en México han ocurrido cambios notables en la percepción y actitudes de los profesionales de la medicina y de las instituciones del Sector Salud hacia una mayor aceptación de la geriatría y gerontología. Si todo a nuestro alrededor está en proceso continuo de cambio, no podíamos permanecer estáticos, pues al detener nuestra evolución quedaríamos fuera de nuestra propia vida y misión social. La vejez es movimiento y debemos enfrentar el envejecimiento de nuestra sociedad y de nosotros mismos, en un entorno activo, en el cual debemos interactuar y aprender de nuestro destino inevitable.
Este es el mérito de Mundo Médico que en este número especial nos presenta una extensa revisión de tópicos y temas relacionados con los pacientes mayores, siguiendo las recomendaciones de la OMS, de difundir conocimientos a los profesionales de la salud, sobre todo en los niveles de atención primaria, para obtener el máximo beneficio en la prevención y curación de sus pacientes mayores.
Nadie duda que un buen internista o médico general está en óptimas condiciones de diagnosticar correctamente una enfermedad prostética, una demencia o una incontinencia urinaria, asimismo de que es capaz de manejar sus fármacos correctamente, en un paciente viejo. Pero el conocimiento geronto-geriátrico justifica y consolida cada vez más su utilidad, porque da respuesta adecuada a la vasta problemática del adulto mayor, al proponer un manejo integral.
La evaluación y manejo de los adultos mayores implica conocimiento en el I envejecimiento y las condiciones psicológicas, sociales y económicas de las personas de edad.
Todos los médicos, con excepción de los pediatras, tratan diariamente a un número creciente de pacientes mayores, con un aumento notable en la frecuencia de padecimientos crónico degenerativos y cuyo tratamiento requiere habilidades específicas. La distinción entre los cambios producidos por el envejecimiento y las enfermedades en la vejez, debe realizarse con base en una gran sagacidad clínica, evitando caer en el error de considerar las condiciones patológicas como irremediables por razón de la edad.
En busca de atención médica acuden a diario un gran número de adultos mayores sanos e independientes, otros con enfermedades agudas o con problemas médicos menores y varios más con enfermedades crónico degenerativas que los van deteriorando progresivamente al grado de volverlos frágiles, discapacitados e inválidos; estos pacientes esperan de sus médicos opciones positivas y adecuadas para lograr la mejoría en sus padecimientos junto con la certeza de una mejor calidad de vida.
Los puntos clave en la evaluación y manejo de las personas mayores son:
·         El conocimiento de las alteraciones morfológicas y fisiológicas durante el curso de la involución del organismo en el proceso del envejecimiento con sus componentes degenerativos.
·         La homeostasis disminuida y por tanto inestable hace un equilibrio muy precario y una línea   divisoria muy estrecha entre normalidad y enfermedad, entre fisiología y patología.
·         La disminución de las reservas funcionales, respuesta inmunológica, capacidades adaptativas, etc. determinan un aumento de susceptibilidad y vulnerabilidad a los agentes agresores bióticos y abióticos.
·         La tremenda diferencia en el proceso de envejecimiento de individuo a individuo, a una misma edad, después de los 60 años; lo que nos hace meditar que cada paciente es distinto y el viejo aforismo médico "no hay enfermedades, sino enfermos" adquiere mayor relieve en la vejez.
·         Que dentro de un mismo organismo los órganos no envejecen a la misma velocidad y su involución no obedece a procesos tan específicos y similares como lo fue durante la infancia o en la juventud.
·         El envejecimiento es un proceso que dura toda la vida y está determinado por factores genéticos o intrínsecos y ambientales o extrínsecos, que inciden de diversa manera en los distintos individuos a las diferentes edades.
La enfermedad en la vejez es un proceso específico desarrollado en un organismo deteriorado por el tiempo, por cambios biológicos y situaciones en las que interviene el medio ambiente, la familia y la sociedad; en ninguna otra rama de la medicina, estos factores influyen de manera tan decisiva en la salud de los pacientes. Una enfermedad en el adulto joven presupone una recuperación satisfactoria mientras que conforme avanza la edad, la recuperación es más lenta, el tratamiento más difícil y la colaboración del paciente y los familiares así como de la sociedad, constituyen elementos determinantes.
Las características del paciente geriátrico son:
·         Diferentes enfoques diagnósticos
·         Los síntomas y signos son atípleos
·         Multipatología como regla general
·         Efecto de acumulación y mayor frecuencia de complicaciones
·         Diferente evolución, curso y reacción de la enfermedad
·         Imposible hacer un diagnóstico único
·         Terapéutica peculiar y racional por el peligro de la polifarmacología
·         Mayor riesgo de intoxicación por medicamentos
·         Presencia de problemas psíquicos diversos que los convierten en sujetos negativos y poco cooperativos
·         Diagnóstico o diferencial complicado
·         Relación indisoluble con el medio ambiente social poco favorable
·         Relación directa de la salud con el factor económico
·         Sustrato nutricional deficiente, ligado a factores culturales, económicos y sociales
Es muy importante enfatizar que no existen "enfermedades propias de la vejez" ni confundirla como sinónimo de enfermedad; son las situaciones las que cambian, la involución natural, hacen que el individuo sea más susceptible y vulnerable al disminuir sus capacidades de adaptación al medio externo y su homeostasis. El límite entre normalidad y patología se vuelva muy sutil.
Por tanto, las "enfermedades en la vejez" son las mismas que ocurren en todas las edades y lo que cambia son las características, condiciones y evolución del proceso patológico.
Enfermedades que son más comunes en la vejez y poco frecuentes en la edad adulta:
·         Incontinencia urinaria
·         Osteoporosis
·         Fractura de cadera
·         Ulceras de decúbito
·         Problemas prostéticos
·         Cataratas y glaucoma
·         Accidentes cerebrovasculares
·         Enfermedad de Parkinson
·         Síndromes demenciales
·         Herpes zoster
Enfermedades que existen tanto en la vejez como en la edad adulta, que adquieren caracteres peculiares y evolución muy distinta en la vejez:
·         Hiper e hipotiroidismo
·         Infarto al miocardio sin dolor
·         Edema agudo de pulmón sin disnea
·         Neumonía afebril
·         Embolismo pulmonar silencioso
·         Depresión
·         Enfermedades malignas del colon y pulmón
·         Síndrome de abdomen agudo atípico
·         Disfunciones sexuales
·         Yatrogenia
Multipatología: enfermedades que más frecuentemente coexisten en los viejos
Procesos de evolución crónica que interactúan, hacen la evolución, más tórpida, difícil el diagnóstico y el tratamiento más elaborado:
·         Insuficiencia cardiaca congestiva
·         Angina de pecho
·         Insuficiencia renal crónica
·         Insuficiencia venosa periférica
·         Constipación crónica
·         Osteoartritis y osteoporosis
·         Problemas urinarios diversos
·         Diabetes mellitus
·         Obesidad
·         Trastornos psiquiátricos del tipo neurosis, ansiedad y depresión
El manejo médico de las personas mayores debe enfocarse al tratamiento de los procesos patológicos de acuerdo con los más estrictos criterios de una terapéutica farmacológica o quirúrgica, así como a las medidas de apoyo complementarias, teniendo siempre en consideración que el objetivo primario es: conservar la función, minimizar cronicidad y evitar invalidez. La aplicación de los conocimientos geronto-geriátricos debe enfocarse en el contexto de medicina integral a las personas mayores, a fin de reducir al mínimo, aliviar, prevenir o incluso eliminar los efectos adversos físicos y sociales in-deseables de las enfermedades en la vejez y a retardar la incapacidad permanente y la dependencia. El concepto ideal es mantener al paciente mayor de edad con una buena calidad de vida, autosuficiente e independiente en su domicilio, en el seno de la familia e integrado a la comunidad, el mayor tiempo posible, dejando la institucionalización como el último recurso de atención, sólo cuando sea estrictamente indicado.
Los planes terapéuticos no deben limitarse únicamente a la prescripción de medicamentos o a la aplicación de procedimientos quirúrgicos. El manejo integral gerontológico incluye:
·         Indicaciones nutricionales precisas
·         Orientaciones sobre estilos de vida saludables (ejercicio, no tabaco, no alcohol, control de peso, etc.)
·         Apoyo psicológico
·         Medidas de rehabilitación (bastones, apoyos, barandales, fisioterapia)
·         Asegurar la responsabilidad de la participación familiar
·         Involucrar al sector informal (amigos, vecinos, comunidad, voluntarios)
·         Utilizar en forma adecuada el sector formal (IMSS, ISSSTE, DIF, INSEN)
·         La participación del equipo multidisciplinario: enfermera, psicólogo, odontólogo, fisioterapeuta, trabajadora social, gericultista y nutriólogo entre otros.




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lunes, 3 de octubre de 2011

El Doctor Gonzalez Aragón y la ONU

DECLARACIÓN DE LOS GERONTÓLOGOS DEL MUNDO
PARA LAS NACIONES UNIDAS EN LA DÉCADA DE LA ASAMBLEA MUNDIAL DEL ENVEJECIMIENTO
El Dr. Joaquín González Aragón tuvo un papel muy importante como representante oficial del gobierno mexicano y como representante de la sociedad científica de Geriatría y Gerontología en la Asamblea Mundial del Envejecimiento que tuvo lugar en Viena, Austria, 1982. El objetivo fue planificar las estrategias a seguir en todos los países para el estudio del envejecimiento y sus efectos en el mundo. En 1990 el doctor González Aragón en su calidad de Secretario General de la Asociación Internacional de Gerontología, órgano rector a nivel global de la gerontología y geriatría, fue comisionado para redactar un documento que estableciera la posición de la comunidad científica ante el problema gerontológico y lo presentara en el pleno de las Naciones Unidas como una Declaración de Principios. La labor fue ardua, se realizaron reuniones a nivel regional en América, Asia y Europa para establecer el formato y una vez que se delineó el documento inicial, fue circulado entre los países miembros constituyentes de la IAG quienes lo enriquecieron con sus observaciones y aportaciones hasta lograr consolidar un documento final aprobado por todos los países que reflejara el sentir y la opinión de la comunidad mundial. Este trabajo duró varios años de rigurosa revisión por los diferentes presidentes nacionales, regionales y el Comité Ejecutivo hasta lograr la versión final que fue presentada en Sesión Plenaria de la Asamblea General de las Naciones Unidas con la asistencia de todos los países miembros en la sede de la ONU en Nueva York en 1992. El mérito de este gran trabajo es del Dr. González Aragón quien coordinó una tarea titánica gracias a su dominio en el idioma inglés para esta declaración que ha servido de base para las actuales políticas sanitarias y sociales de los programas para los adultos mayores en México y en el mundo. La Declaración en su versión original se presenta enseguida:   
WE, THE GERONTOLOGISTS OF THE WORLD
DECLARE THAT:
The International Association of Gerontology (IAG) was founded early in 1950 as a multidisciplinary organization, representing a diversity of scientific disciplines including the biological, clinical, behavioral and social sciences concerned with aging and the health and well-being of the elderly. The primary purpose of the IAG is to improve the communication and exchange of views within and across those disciplines, and between the scholars and scientists of all nations.
Recognizing that:
The initial stimulus for the formation of the IAG was the curiosity among scientists from different scientific disciplines and different countries of the world would accelerate the progress in research leading to a better understanding of the basic mechanisms of aging. At that time, aging, at least in humans, was regarded as a disease that is universally fatal.
It was soon recognized, that aging was an universal biological phenomenon that ultimately affected all living organisms. The recognition that aging was a "normal" part of the life span and not a disease in itself had a most profound impact on aging research and basic physiological processes that governed the rates on aging even in the human species were regarded as universal. There was a full recognition that behavioral; socioeconomic and environmental factors did have an impact on longevity and health status. Indeed, it became clear that social orders or systems were developed in response to the rapid increase of the number of elderly in the world's population who addressed their specific needs within their societies In regard, the IAG has provided a unique international forum in which these different social and environmental characteristics have been explored.
Taking into consideration:
The four main purposes are:
1.- To promote gerontological research in the biological, medical, behavioral, and social fields (social psychological fields) by member organizations and to promote cooperation among these organizations.
2.- To promote training of highly qualified personnel in the fields of aging.
3.- To promote the interest of the gerontological organizations in all questions pertaining to international matters.
4.- To promote and assist in the arrangements for holding the International Congress of Gerontology in intervals determined by the council.
Members of the IAG are convinced that the problems of aging can be best addressed by scientific studies of the basic physiological, clinical and behavioral mechanims of aging. To them, the critical question is how to minimize the disabilities now associated with advancing age through a better understanding of the processes which are involved and by the potential interventions predicated thereon. This is the scientific approach envisaged by the founders of the IAG.
Some members believe that the IAG should direct its energies toward increasing awareness of member nations to the social, economic, political, and medical problems that result from the increasing proportion of older individuals within a society. In their eyes, the problems of aging are more apt to be solved by political actions than by scientific studies. In the intervening years it is therefore not surprising that the IAG devoted a substantial part of its program to support various political actions to meet the problems of the aged. Good examples are documents and reports the IAG prepared to support the aging program sponsored by the United Nations, for the 1982 World Assembly on Aging held in Vienna. At the same time we must stress that the main task of the IAG is to promote scientific work all over the world for the benefit of the aging population.
Affirm our intention that:
A).- For the future of gerontology, the IAG will maintain its integrity as a scientific organization with a primary interest in developing information that will lead to valid concepts about the basic mechanisms of aging. This approach namely, the application of science and scientific methodology has been successful in the past for solving problems associated with the health of humans, and we have every reason to believe that it will be successful in the future. Thus, gerontology and geriatrics must be firmly based on science in they want to have an effective impact on the multiple problems of aging.
B).- IAG will retain its role of providing a forum for the presentation and discussion of the problems of aging from many viewpoints. The discussion, however, must be based on facts rather than opinions, beliefs, and hopes. The focus of the attention must be on the processes of aging.
C).- IAG, as an international organization will continue to be aware of the influence of social and cultural differences in establishing priorities and approaches to the problems of aging in different countries. The language of science hold the key to the future of the IAG.
In order to establish this, gerontology must present a scientific challenge to the developing generation of scientists in all countries. By emphasizing its role as a dedicated scientific organization, the IAG can materially contribute to its world wide development.
D).- The IAG will continue to take its place with other international scientific organizations that are recognized for their contributions to science rather than for their participation in political struggles within and between nations.
This is not to say that these political issues are unimportant. They are, but other international organizations, such as the World Health Organization, provide an arena for dealing with problems through political actions. The IAG will have a much greater impact in the decisions of these political bodies if it continues to do what it does best, namely, SCIENCE.

Este documento es una constancia del trabajo de cuatro años (1989 – 1993) del Dr. González Aragón como coordinador del movimiento científico de la gerontología y geriatría a nivel mundial. 

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viernes, 23 de septiembre de 2011

Artículo Publicado: Journal of America Collego of Cardiology (JACC)

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Artículo Histórico: AVANCES EN LA PREVENCIÓN DEL ENVEJECIMIENTO


El Dr González Aragón dio un Giro en su carrera de Geriatra para dedicarse a la medicina antienvejecimiento en un enfoque más preventivo que curativo considerando que esperarar tratar a las personas mayores más allá de los sesenta años cuando ya están enfermos es desperdiciar el potencial de prevención que los médicos pueden aprovechar desde la juventud y la edad adulta. Este artículo publicado en la revista “MUNDO MÉDICO”, en 1998, es histórico por que presenta la comunidad médica por primera vez esta nueva corriente médica.
AVANCES EN LA PREVENCIÓN DEL ENVEJECIMIENTO
Dr. Joaquín González Aragón G.
Director Instituto Mexicano de Estudios en Longevidad
Ex presidente Consejo Mexicano de Geriatría

La gerontología como ciencia encargada del estudio del efecto del tiempo sobre los seres vivos, con todas sus repercusiones biológicas, médicas, psicológicas, sociales, económicas, demográficas, ambientales y políticas ha alcanzado un gran auge a partir del decenio de los cincuentas. No obstante, que es un término creado por Ilia Metchikoff, científico ruso, premio Nobel en 1904, tomó casi medio siglo encontrar sus paradigmas y su sitio académico. La geriatría, rama de la medicina, es un término acuñado por Nascher, médico austríaco que ejerció en EUA, en el año de 1914; demora hasta el decenio de los cuarenta para desarrollarse como especialidad en Europa. Desde tiempos remotos la preocupación del ser humano por conservar el vigor de la juventud, así como la vitalidad de su madurez y más aún, por tratar de prolongar su longevidad, se ha convertido en una búsqueda incesante. En todas las épocas, en las diferentes culturas, se han encontrado evidencias, incluso en este siglo, los avances en geronto-geriatría tienen su inicio con la teoría de la autotoxemia intestinal de Metchikoff, el suero de Bogomoletz, el trasplante de testículos de Brown Sequard, hasta la más reciente terapia celular de Paul Niehans y la procainoterapia de la doctora Asían.
Lo cierto es que en los últimos 25 años, en el umbral del siglo XXI, la medicina en general ha alcanzado lo-gros impresionantes; su nivel de desarrollo se refleja en un notable descenso en los índices de mortalidad y en el aumento de la expectativa de vida; las cifras son elocuentes, ya que en 1975 la expectativa de vida era de 60 a 65 años en nuestro país y se ha superado pasando a 70 o 75 años de edad. Por lo anterior, se puede decir que todo el desarrollo de la medicina se ha encaminado a extender y mejorar la calidad de vida del ser humano alcanzando con ello, en los últimos decenios, mayores progresos que en toda la historia de la humanidad.
Esta transición demográfica es enfatizada por el control de la natalidad que al disminuir el número de nacimientos destaca una población creciente de adultos envejecidos, quienes al darse cuenta del desafío que implica llegar a la vejez, comienzan a interesarse por prevenir las repercusiones negativas del envejecimiento a nivel biológico, mental y social.

En los últimos 20 años, México ha contemplado un firme desarrollo de la geriatría como especialidad dedicada a la práctica clínica de la conservación de la salud en la vejez. Asimismo, se observa un marcado desarrollo, en especial en este decenio, de los programas y planes de atención social a la vejez. Se cree que antes de que termine el siglo, se contará con legislaciones e instituciones abocadas a proteger a los adultos mayores que les proporcionarán: la segundad económica y el bienestar de una calidad de vida digna; lo anterior, es un desafío para los gobiernos y una propuesta que tendrá que ser valorada por los partidos políticos y las autoridades.
Prevención y envejecimiento
En relación con la prevención y el autocuidado, se destaca el hecho de que un número creciente de pacientes acuden a consulta desde la juventud y madurez en busca de información sobre técnicas, productos y procedimientos que les ayude a conservarse activos y lozanos. Lograr una buena apariencia física, resaltar la belleza y evitar las consecuencias negativas del envejecimiento, son algunos de los aspectos que han adquirido gran relevancia para la población en general, logrando con ello despertar el interés de los profesionales de la salud.
A este respecto, cabe mencionar que el envejecimiento es un proceso dinámico que se inicia en la concepción y termina con la muerte; es universal, individual e irreversible, los órganos envejecen a distinta velocidad dentro del mismo individuo y se determina por factores intrínsecos o genéticos (herencia) y extrínsecos o ambientales (nutrición, contaminación, estrés, estilos de vida, medio ambiente).10 El envejecimiento al ser determinado por el tiempo, es inevitable e irreversible; sin embargo, lo que es posible prevenir, retardar, lentificar, detener e incluso revertir, es el deterioro del cuerpo humano producido por el descuido, falta de información, las deficiencias nutricionales, estilos de vida erróneos y demás factores ambientales.
En este contexto, adquieren gran relevancia los conceptos expresados por la Organización Mundial de la Salud en su Programa Global sobre el Envejecimiento, al contemplar la necesidad de prevención y autocuidado en el transcurso del ciclo vital del individuo; destacan la necesidad de intervenir desde las etapas tempranas y en particular a partir de los 25 años de edad que es cuando se inicia la decadencia biológica, que al ser influenciada por los factores extrínsecos producirá el deterioro funcional con serias repercusiones en la vejez.
Conforme nos adentramos en una era de grandes adelantos en biomedicina y biotecnología, con la aparición de avances extraordinarios se ha podido constatar que es posible mejorar la salud, calidad de vida y llevar una actividad productiva, al mismo tiempo que cumplir con nuestras expectativas como especie, de vivir más allá de los 100 años de edad. Estos avances determinaron en 1993, la aparición en EUA, de una nueva especialidad: la medicina an-tienvejecimiento,8 cuyo inicio es marcado en la fundación de la American Academy of Anti- Aging Medicine, extendiendo de esta manera el campo de acción de la geriatría hasta la juventud. Por otro lado, la aplicación de técnicas y procedimientos antienvejecimiento a personas con enfermedades crónico degenerativas, ha demostrado una mejor respuesta y control, cuando a los tratamientos respectivos se les adiciona los avances en el campo de la longevidad.
Como respuesta a los escépticos que ponen en duda estos avances, es posible afirmar que hasta hace algunos años, la mayor parte de los descubrimientos hubieran sido considerados como imposibles. A principios de este siglo se dudaba que el hombre pudiera volar y al submarino de Julio Verne se le consideraba como una fantasía irrealizable. En lo que respecta a la medicina, se creía inverosímil pensar en los antibióticos y todavía en la actualidad, se considera muy difícil la curación del cáncer.
Intervención en el envejecimiento
La combinación de la medicina preventiva y las terapias modernas, dentro de una ciencia integral de medicina antienvejecimiento, está empezando a implantarse;8 esto es, cada vez más, un mayor número de individuos pueden obtener beneficios de las pruebas de valoración de su estado metabólico, seguidas de programas integrales de autocuidado, modificaciones de estilos de vida, nutrición adecuada, complementos; suplementos vitamínicos, fitonutrientes, nutraceúticos, productos farmacéuticos, hormonas, precursores hormonales y terapias diversas.
Un dato importante, es que el envejecimiento no es un suceso cronológico sencillo, sino la interacción completa de disfunciones de todo el organismo. Sus síntomas suelen identificarse a nivel general, órganos y sistemas, celular, molecular y cromosómico. Desde el punto de vista elemental, se podría enfocar a cada uno de estos niveles con estrategias específicas; sin embargo, los proyectos más eficaces para enfrentar el envejecimiento son enfocados a los mecanismos genéticos y moleculares, con el objetivo de mantener en óptimas condiciones la fisiología celular y la homeostasis del medio interno.
Programa genético
El cuerpo humano está compuesto por más de cien trillones de células, que en su mayoría están en continuo crecimiento y renovación. Dichas células contienen en su núcleo el ácido desoxirribonucleico (ADN), en donde están compilados todos los genes del organismo, con las instrucciones grabadas en el programa genético. A su vez, cada célula solicita a este ADN la impronta y el mensaje que le permitirá realizar su fisiología, regenerarse, reproducirse y morir. La conservación del ADN y la preservación de un código genético inalterado es la clave para extender la calidad y cantidad de la vida.
A nivel molecular las moléculas proteicas son remplazadas de manera continua; ciertos tejidos como piel y mucosa intestinal, remplazan sus células en unos cuantos días, mientras que las de la pared vesical, cada dos meses y los eritrocitos cada cuatro meses. Otras células (hepáticas y óseas) se remplazan a lo largo de varios años. Este remplazo es determinado por los genes, los cuales protegen al organismos de moléculas dañinas que pudieran causar envejecimiento prematuro. El remplazo periódico permite una autorreparación y la protección del plan genético maestro.
La investigación genética es la que promete mayores resultados para el próximo siglo, en el que cada vez se escuchará más acerca de los estudios que se realizan en el proyecto humano denominado GENOMA, en el que se están estudiando y decodificando los mensajes contenidos en los genes; esto, permitirá conocer de manera exacta cómo y porqué ocurre el envejecimiento. Hasta la fecha los científicos han decodificado 30 mil de nuestros 80 mil genes, determinándose que 20% de ellos tienen un papel sumamente importante en el metabolismo, 12% están involucrados en las comunicaciones intercelulares y 5% ayudan a la reproducción celular. Asimismo, se están descubriendo genes que participan en problemas clínicos como las cataratas, obesidad, cáncer de próstata, esquizofrenia, enfermedad de Alzheimer y cáncer mamario entre otros. El conocimiento científico se está duplicando cada tres y medio años, por lo que se espera que para el año 2010 se tengan extraordinarios avances para la humanidad.
El código genético está conectado de manera directa o indirecta con todas las funciones y sistemas del organismo y puede ser influenciado de un modo positivo o negativo por factores extrínsecos como: estrés, nutrición, estilos de vida, contaminación y factores ambientales. Mantener intacto este código genético, implica que se debe considerar un plan integral antienvejecimiento que abarque todos los aspectos involucrados.
Medio interno
Las células están rodeadas por un líquido extracelular pleno de moléculas, nutrientes, hormonas y enzimas que determinan un equilibrio denominado homeostasis en el que se desarrolla la vida dentro de condiciones óptimas. Una gran variedad de factores: enfermedad, mala alimentación, carencia de nutrientes y vitaminas, uso de drogas (tabaco, medicamentos), alcohol, factores emocionales (estrés) etc., alteran su equilibrio. Por otro lado, conforme avanza la edad, se acumulan en este medio interno materiales de desecho y sustancias tóxicas producidas por las células, así como los radicales libres nocivos derivados de las reacciones bioquímicas vitales, que destruyen con su lipoperoxidación oxidativa, las membranas celulares y el ADN, causando el envejecimiento celular y tisular.
Uno de los principales efectos causados por el tiempo en los seres vivos es la disminución global de las funciones de los órganos, en particular en el sistema endocrino, produciéndose alteraciones en la vitalidad y función sexual; el sistema inmune, a su vez, sufre inmunodepresión, con lo que existe mayor propensión hacia los procesos infecciosos, enfermedades autoinmunes y el desarrollo de enfermedades cancerosas. El estrés, al igual que los factores psicológicos y emocionales tienen un gran impacto en el proceso de envejecimiento; además, una serie de síntomas y problemas de conducta también guardan relación con la edad: pérdida de la memoria, desorientación, confusión, depresión, enfermedades mentales y problemas emocionales.
La base de las terapéuticas antienvejecimiento es conservar intactos nuestros genes y con ellos el código genético y su programa vital; asimismo, mantener la homeostasis o equilibrio del medio interno.
Los cambios fisiológicos del envejecimiento determinan una mayor vulnerabilidad a los agentes bióticos y abióticos que hacen a los individuos más propensos a padecer enfermedades crónico degenerativas relacionadas con la edad, entre las que se incluyen las de tipo cardiovascular, osteoporosis o artritis reumatoide. Cuando estos procesos se han establecido, las terapéuticas antienvejecimiento ayudan tanto al cuerpo como a la mente a funcionar en forma más eficiente y a que los tratamientos específicos sean más eficaces.
Teorías y mecanismos biológicos del envejecimiento
El programa genético y el medio interno están en íntima relación con:
a) Los mecanismos reparadores a nivel molecular, que actúan eliminando moléculas defectuosas o reparando las dañadas, como resultado de errores en la producción de nuevas proteínas, enzimas, etc. Con la edad existe un aumento de los errores o una deficiencia en los mecanismos reparadores, teniendo como consecuencia la acumulación de defectos, productos tóxicos y la producción de mutaciones. Una de las soluciones para el envejecimiento es mejorar la eficiencia de estos mecanismos reparadores.
b) Los enlaces cruzados constituyen el más notable de los errores; son puentes que se forman entre las proteínas y no se pueden romper por los mecanismos reparadores, haciendo que las estructuras como arterias, piel, articulaciones y el cristalino, se endurezcan originando procesos degenerativos: arteriosclerosis, arrugas, reumatismo, cataratas. Ciertas sustancias, plomo y humo del tabaco producen gran cantidad de enlaces cruzados y en enfermedades como la diabetes el exceso de glucosa provoca una gran cantidad de enlaces y envejecimiento prematuro (Anthony Cerami y Michael Brownlee, Univ. Rockefeller, Nueva York).
c) Los radicales libres son átomos cuyos electrones escapan de sus órbitas en las reacciones químicas de los procesos vitales del organismo: respiración celular, detoxificación hepática, síntesis de proteínas. Son partículas muy peligrosas y reactivas capaces de producir reacciones en cadena semejantes a una radiación interna y que materialmente ocasionan oxidación con daños a órganos: corazón, arterias, tejido nervioso y sistema inmune, entre otros. Los radicales libres hidróxidos, superóxidos, aldehidos, oxígeno singulete, son a su vez neutralizados por enzimas que el organismo produce como la superóxido dismutasa (S.O.D.) catalasas, peroxidasas y algunos nutrientes con actividad antioxidante como las vitaminas C, E, betacaroteno, B1, B5, B6 y aminoácidos (cisteína, tirosina, etc.) han sido estudiados por Denham Harman, Lester Packer y Richard Cutler. Entre las enfermedades causadas por radicales libres se encuentran arteriosclerosis, demencia, cáncer, osteoartrosis, enfisema, angina de pecho e infarto, daños al sistema genético y a las membranas y estructuras celulares de todas las células del organismo.
d) El sistema inmune es el responsable de las funciones de defensa contra las infecciones, reconocimiento y eliminación de partículas nocivas inertes (alergias), reconocimiento y no agresión a las células de nuestro organismo, mecanismos reparadores, vigilancia y destrucción de células cancerosas. Sus principales elementos son los linfocitos B, encargados de la inmunidad humoral o inmediata por medio de los anticuerpos y los linfocitos T, responsables de la inmunidad celular o tardía, con acción directa en las células cancerosas y elementos agresores. Ambas células se reproducen en el sistema retículo endotelial (bazo, hígado, ganglios). El timo es el regulador y actúa por intermedio de una hormona denominada timosina. Roy Walford, el principal investigador en esta área, señala que con el envejecimiento disminuye la efectividad de los mecanismos inmunológicos y como consecuencia se produce envejecimiento acelerado, enfermedades autoinmunes (artritis reumatoide, lupus eritematoso) mayor vulnerabilidad a las infecciones y sobre todo un aumento en la susceptibilidad a desarrollar cáncer. Esta teoría fue propuesta 25 años antes de que se conociera el SIDA, enfermedad en la que el virus VIH destruye el sistema inmune. Por su parte, el doctor Vincent Cristofalo opina que todas las personas de edad madura son portadoras de un cierto grado de inmunodeficiencia adquirida por la edad, por lo que el reforzamiento del sistema inmunológico constituye un pilar del antienvejecimiento.
e) Otro aspecto importante de considerar es el envejecimiento cerebral ya que desde los 30 años de edad se empiezan a perder 4 mil neuronas por hora, es decir 96 mil por día (son células que ya nos se reponen); sin embargo, Joseph Rogers realizó estudios que demuestran que a pesar de esta disminución en la actividad física e intelectual y en los nutrientes adecuados para la formación de neurotrasmisores (adrenalina, serotonina, dopamina, acetilcolina entre otros), se puede favorecer un mayor número de prolongaciones llamadas dendritas, que establecen nuevas sinapsis y circuitos redundantes, que compensan el déficit e incluso pueden sobrepasar el nivel intelectual de la juventud, previniendo además el deterioro mental y conservando la integridad y salud mental.
f) El sistema endocrino junto con el inmune y nervioso, es intermediario del programa genético a través de la hipófisis, tiroides, suprarrenales, ovarios, testículos, páncreas, timo, etc., cuyas hormonas regulan el complejo mecanismo para mantener el equilibrio interno y con él, el vigor de la juventud y una óptima salud física y mental. El hipotálamo es el marcapaso y regulador de la manera de envejecer. Todas las glándulas con excepción de los ovarios siguen produciendo hormonas, aún en la vejez, con funciones muy específicas de mantenimiento de la fuerza, vigor juvenil y óptimo desempeño. Basados en el conocimiento científico, se puede afirmar que el control genético, los mecanismos reparadores, los sistemas nerviosos, endocrino e inmune, el cáncer y las enfermedades degenerativas están ligadas entre sí.
g) El aparato digestivo es el puerto de entrada de los nutrientes, que desde la masticación reciben la influencia enzimática de la ptialina. En el estómago la acción del HCI y enzimas gástricas pancreáticas e intestinales desdoblan los carbohidratos, grasas y proteínas para ser absorbidos por las vellosidades intestinales que deben estar limpias y libres de bacterias nocivas y factores de putrefacción. El mal estado fisiológico del aparato digestivo y el envejecimiento intestinal debido a hábitos erróneos de alimentación y a la falta de mantenimiento, es causa de mala absorción de nutrientes con absorción de sustancias tóxicas con efectos aceleradores del envejecimiento, h) El hígado es el órgano más grande de nuestro cuerpo y un elemento fundamental en el control de la homeostasis, como barrera metabólica entre el intestino y la circulación, además de ser un maravilloso laboratorio orgánico que detiene, transforma, neutraliza, construye, detoxifica, degrada, acumula, procesa, regula y actúa en los infinitos procesos biológicos. Participa en el sistema inmune y metabolismo humano. Su conservación en condiciones óptimas es fundamental para la salud y longevidad, mientras que los factores agresivos a los hepatocitos son inductores de multipatología y envejecimiento acelerado.
La nutrición es la piedra angular de la salud y el envejecimiento. Debe ser completa y balanceada en macronutrientes (carbohidratos, grasas, proteínas), micronutrientes (enzimas, vitaminas, minerales, aminoácidos) y abundante en nutrientes que no aceleren el envejecimiento ni acidifiquen el medio interno. En su proporción deben incluirse los nutrientes antioxidantes que combaten los radicales libres y los reforzadores del sistema inmune, con el fin de proteger la integridad del código y programa genético (ADN). Los precursores y liberadores de las hormonas de la orquesta neuroendocrina, también mantienen la correcta relación de los radios de hormona del crecimiento e IGF y de insulina/glucagon. Por su parte, los nutrientes contribuyen a una homeostasis integral del medio interno, al igual que en la conservación y mantenimiento de los mecanismos de auto-reparación y autorrenovación celular en sus estructuras y en su totalidad, así como los elementos necesarios para obtener el óptimo estado molecular y el equilibrio bioelectromagnético de los átomos.
Es importante recordar que la dieta está formada por los alimentos que ingerimos, mientras que la nutrición se determina por la cantidad de nutrientes que son asimilados por la célula. En este contexto se destaca el papel de las membranas celulares en los procesos de asimilación y eliminación de desechos, producto del metabolismo. Conservar la flexibilidad y permeabilidad de la membrana por medio de los ácidos grasos esenciales es fundamental para conservar energía, vitalidad y vigor juvenil.
Longevidad y antienvejecimiento Los avances en este campo en los últimos 25 años, han permitido llegar a la conclusión de que es posible elaborar un Plan Antienvejecimiento al alcance de la población y factible de ser proporcionado por profesionales de la salud: médicos generales, familiares y especialistas en las distintas áreas de la medicina, por medio de nutracéuticos, precursores hormonales, hormonas, alimentos antienvejecimiento, proteínas, aminoácidos, antioxidantes, ácidos grasos esenciales, productos farmacéuticos, entre otros, y siempre integrarlos con estilos de vida saludables, a fin de buscar como objetivo:
1. Proteger el ADN y el medio interno, así como mantenerlo en óptimo equilibrio.
2. Eliminar la acumulación de productos del desgaste y materias tóxicas del metabolismo.
3. Estimular y fortalecer la producción y actividad de hormonas producidas por el organismo.
4. Fortalecer y mantener el balance de los neurotransmisores que participan en la función cerebral.
5. Mantener los principales sistemas y aparatos del cuerpo, funcionando a niveles óptimos (circulatorio, digestivo, inmune).
6. Aumentar la capacidad del organismo de autorreparación, estimulando la actividad y la capacidad de los mecanismos reparadores.
Corolario
Envejecer es un proceso biológico que involucra la participación de factores ambientales, nutricionales, psicológicos y sociales que afectan la esencia de la persona, debido a que estos factores pueden acelerar o retardar la manera como se envejecerá. En especial, los estilos de vida saludables tienen un papel clave en este proceso; por tal motivo, es fundamental considerar que la motivación y la autoestima de los individuos para fomentar el autocuidado y los estilos de vida saludables son el eje sobre el que giran todos los procedimientos para revertir el deterioro del envejecimiento.
Existe una gran cantidad de recursos preventivos y procedimientos con propiedades antienvejecimiento que se encuentran en la mayoría de los casos a disposición del público y que son consumidos por un importante número de individuos. Es esencial tener en mente que no existe un sólo producto que, por sí solo, pudiera englobar todos los aspectos involucrados con el envejecimiento humano y también que su uso pudiera ser contraproducente, ya que al no considerarse un plan comprensivo antienvejecimiento, su utilización inadecuada podría causar trastornos serios en el aspecto fisiológico y sobre los mecanismos genéticos.
Hoy día, la medicina antienvejecimiento como ciencia es totalmente novedosa y tiene que enfrentar las críticas y el escepticismo de sus detractores, tal como lo han sufrido otras especialidades en su devenir histórico. Los profesionales de la salud interesados en esta ciencia deben tratar de separar los hechos y la verdad de la ficción y la charlatanería a fin de determinar cuáles son los mejores tratamientos y técnicas para sus pacientes. La educación continua y el análisis detallado de la gran cantidad de información que recibimos a través de materiales impresos, INTERNET y todo lo que la comunicación moderna nos da a conocer, es lo que nos permitirá establecer las bases y el criterio de una corriente médica basada en el conocimiento científico; baste saber que cientos de especialistas e investigadores se encuentran trabajando en este campo tratando de incrementar la calidad y duración de la vida humana, que ha acumulado un enorme acervo de datos médicos en la búsqueda de la longevidad.
Los expertos en este campo pueden ejercer con el auxilio de tecnología avanzada y con sistemas de nutrición cada día más sofisticados y eficaces, pero sin perder la perspectiva de que los estilos de vida saludable constituyen el punto clave de la terapia antienvejecimiento; ninguno de nuestros esfuerzos tendrá éxito y el mejor de los tratamientos será un fracaso, cuando estilos de vida equivocados y baja autoestima para cuidar la salud, promuevan su envejecimiento acelerado y una serie de enfermedades que atentará contra la vida.

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